Empezando por el principio

No podía ser de otro modo. El título del blog obliga mucho. Tres sustantivos de peso (Calidad, Excelencia y Filosofía) acompañados de un adjetivo que, afortunadamente, limita su alcance (en este blog, al ámbito político). Resulta pues de lo más conveniente, empezar justificando este ambicioso título, con un doble objetivo: obligar al autor a concretar sus ideas y comprometerse, aquí y ahora, a plasmarlas fielmente y prevenir al lector de lo que le espera.

Antes de empezar la autopsia del título, es preciso concretar que este blog forma parte de un trío coherente de blogs, los cuales únicamente difieren en su alcance. Los dos blogs complementarios se dedican a los ámbitos de la empresa y de la ética personal.

Con ánimo de no resultar reiterativo, una primera reflexión sobre los términos Calidad y Excelencia, puede encontrarse en el blog dedicado a la Empresa.

En cuanto al significado del término Política, es necesario definir su alcance en el contexto de este blog. Lo ampliaremos en una entrada específica, pero, para continuar con un mínimo de coherencia, adelantaremos que entendemos por Política (la mayúscula se la concedemos por tratarse del sujeto del blog, no nos confundamos) al conjunto de acciones ejecutadas por las personas que, voluntariamente (esta precisión es fundamental), la ejercen.

Entendemos también que estas personas son las que forman el Gobierno (central o autonómico), los Partidos de la oposición y las administraciones, empresas y entes públicos (ayuntamientos, diputaciones, etc.). Y que todos estos entes pueden (de hecho, deben) ser tratados como Empresas (con la particularidad, no menor, de que sus clientes son sus electores y la sociedad en general).

Por lo tanto, la Política en sí misma, más allá de planteamientos teóricos, partidistas o dogmáticos, no es nada sin las personas. Consecuentemente, tengo la convicción de que la Calidad y la Excelencia en la Política son directamente proporcionales a la Calidad y la Excelencia de las personas que la practican. En último término, todo se reduce a la persona.

Por último…¿qué pinta la Filosofía en todo esto? Dada la correlación establecida entre Política y Empresa, el lector encontrará justificación adecuada en la entrada correspondiente del blog dedicado a la Filosofía Empresarial.

Terminemos con el objeto del blog: A diferencia de los otros dos, en los cuales, probablemente, y muy a mi pesar, se decantará un cierto poso didáctico o doctrinario, este blog pretende ser una tribuna de desahogo de reflexiones personales alimentadas por los acontecimientos cotidianos. Por lo tanto, será el menos “filosófico”. Todo el peso “teórico” descansará en los ámbitos personal y empresarial.

Una guinda (tómese como una broma):

“Los científicos se esfuerzan por hacer posible lo imposible. Los políticos por hacer lo posible imposible” (Bertrand Russell).

Continuará…