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sábado, 7 de diciembre de 2013

NC11 - «Estaba llena de socialistas» :-(

Ha querido el destino que el primer artículo tras la travesía del desierto haya coincidido con la celebración del 35 aniversario de la Constitución, acontecimiento político estrella del año, con independencia de juicios de valor sobre su calidad y excelencia, juicios de índole general que no tienen cabida en este blog, dedicado exclusivamente a someter a auditoria acontecimientos particulares —relevantes desde mi personal punto de vista— protagonizados por nuestros políticos, de los que se han hecho eco los medios de comunicación, fuente natural de la experiencia percibida como clientes que somos.

Pues parecen simpáticos(1)...
Por esto es destacable que nuestro preclaro ministro de Hacienda, señor Cristóbal Montoro, haya acaparado el protagonismo y los titulares en los medios efectuando, en la recepción oficial en el Congreso, unas declaraciones que, a pesar de darse en una conversación informal, estaba obligado a esperar tuvieran la amplia cobertura que han tenido, lo que le da un tufo de premeditación, alevosía y, me atrevería a añadir, de irresponsabilidad, solamente justificable desde el sectarismo y el desprecio más absoluto a las buenas prácticas políticas, al partido de la oposición y, lo que es peor, a los simpatizantes y militantes que de buena fe se reconocen en la peyorativa frase que hemos elegido —nosotros y los medios— como título.


07-12-2013 (El Mundo)
  • Bajo el titular destacado a dos columnas con gran caja tipográfica: ”Montoro aclara: «Estaba llena de socialistas»”, se puede leer: ”El «relevo» producido en el equipo directivo de la Agencia Estatal de la Administración Tributaria (AEAT) le ha servido para saber que la cúpula de la Unidad de Grandes Contribuyentes estaba «llena de socialistas»”.
  • ”El ministro se empeñó en transmitir que los 29 ceses son «relevos» como los que hay en «cualquier empresa»”.
  • ”Desde Bruselas, el ministro de Justicia apuntó que las decisiones de renovación de varios altos cargos de la Agencia Tributaria «son las acertadas»”.
  • ”Rubalcaba le acusa de hacer una «caza de brujas» por su «paranoia política» ¿Qué problema hay? ¿O es que todos tienen que ser del PP, vírgenes y mártires?”.
07-12-2013 (La Vanguardia)
  •  ”El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, aseguró que el relevo que se ha producido en el equipo directivo de grandes contribuyentes le ha servido para conocer que esa unidad  «estaba llena de socialistas»”.
  • ”Montoro insistió que los 29 ceses son «relevos» normales, como cuando en las grandes empresas se cambia a la dirección y los presidentes de las mismas nombran en los puestos claves a directivos de su confianza”.
  • ”La vicepresidenta del Gobierno. Soraya Sáenz, se manifestó en la misma línea que Montoro al decir que los cambios de los 29 funcionarios se enmarcan «dentro de la normalidad»”.
  • “Según el ministro de Justicia, las decisiones tomadas «son las acertadas» dijo. «Creo que la Agencia Tributaria española funciona a niveles superiores al resto de agencias de la UE»”.
Es que no hay por donde cogerlo. Vayamos por partes: Por lo visto ha necesitado dos años para darse cuenta de que la Agencia era un nido(1) de socialistas, claro indicativo de su incompetencia, dando por supuesto —esto es retórico— que el tardío descubrimiento era un lastre intolerable para su departamento. Y además, se ha enterado por el relevo en el equipo directivo. Ergo, si no se produce el relevo, la cúpula(2) seguiría llena de indeseables. Pues hemos tenido suerte. Con esta cúpula se comprenden todos nuestros males.
En principio, debemos felicitarnos también porque el ministro asocie sus decisiones con las habituales en cualquier empresa. Y esta generalización le honra. Pero me gustaría también que la aplicase a la reacción empresarial habitual: despedir inmediatamente a cualquier directivo que hubiese mantenido en su cúpula jerárquica a 29 indeseables durante dos años y que lo declarase públicamente —por poner un ejemplo— en la comida de Navidad.
Aunque, indudablemente, debe sentirse muy reforzado por el soporte del ministro de Justicia, quien legitima su actuación considerando acertada la limpieza del nido. Caramba con el ministro. Como observador perplejo no puedo menos que opinar que la decisión es cualquier cosa menos justa. Será apropiada, adecuada, justificada, sectaria, interesada, etc., etc. Pero ¿justa? NO. Además, en un alarde de sinceridad, considera que la Agencia funciona «a niveles superiores al resto de agencias de la UE». No lo dudo, por lo menos, para sus partidistas intereses. Por lo tanto, tarjeta roja también al ministro de Justicia.

Concluyendo, la No Conformidad queda expresada así:
  1. Al ministro Montoro por la evidencia objetiva de su manifiesta incompetencia por mantener dos años a personal incompetente —según sus particulares requisitos— en la cúpula de la Agencia Tributaria;
  2. Al ministro Montoro por referirse a los relevados como «socialistas» categorizando como clase indeseable —por incompetente— a todo el colectivo abarcado por el término, sin aportar evidencia objetiva alguna de ello;
  3. Al ministro Montoro por tratar a sus clientes políticos —es decir, a nosotros— como subnormales, pretendiendo equiparar su gestión  —por lo menos, en el caso que nos ocupa— con la «habitual» gestión empresarial;
  4. Al ministro Gallardón por definir como «acertada» y, por extensión, «justa». un decisión arbitraria o, como mínimo, no soportada por evidencias (ver 2);
  5. A la vicepresidenta Sáenz por conceder la categoría de «dentro de la normalidad» a los despropósitos expresados en las anteriores desviaciones de la mínima «normalidad democrática» exigible;
  6. Al jefe de la oposición Rubalcaba por emplear un lenguaje chusco totalmente inapropiado desde los dos puntos de vista: el emocional, por el disgusto o insatisfacción legítimamente sentida por una parte de la clientela política y el práctico, por la previsible ineficacia que se daría en una Agencia Tributaria llena de vírgenes y mártires, inaceptable incluso para el PP.
En resumen... poca Calidad y menos Excelencia.

Notas:
1 – Permítaseme —en línea con el tono general del discurso político— esta simpleza.
2 – Observen: no estamos hablando de 29 curritos administrativos perdidos en las catacumbas del ministerio. Estamos hablando de «la cúpula».

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